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Ponerle precio a una mujer es posible

Posted by hellensar en marzo 26, 2009

Hamás, el movimiento de resistencia islámico ha ideado un nuevo proyecto con el fin de mejorar la calidad de vida de aquellas “mujeres de mártires” que perdieron a sus maridos en la ofensiva militar de Israel en los meses de diciembre y enero.

 No se trata de ayudas económicas para ellas o para sus hijos, se trata de una idea mucho más original y que no debe pasar desapercibida. Consiste en lo siguiente; el movimiento islamista Hamás, que gobierna en Gaza, ofrece 3.000 dólares a los hombres que se casen con ellas. Los pretendientes deben cumplir unos requisitos mínimos; tener suficientes recursos económicos y materiales para mantener al menos dos esposas, ante la posibilidad de que ya hayan contraído matrimonio con anterioridad. Deben dar sustento y se han de responsabilizar de los hijos de su nueva esposa, a la que deben dotar de su «propio espacio privado». Por último, los futuros pretendientes deben tener «altos valores morales» que se correspondan con los principios religiosos del Islam.

 Vivo en España y se supone que en una sociedad en la que se pretende fomentar la igualdad entre el hombre y la mujer en virtud del artículo 14 de nuestra Constitución. Me parece impensable una medida de éste tipo en nuestro territorio.
Lo primero que pienso nada más leer la noticia es ¿dónde queda la independencia de una mujer que para conseguir estabilidad en su vida necesita que otro hombre se haga cargo de ella y de sus hijos? En ocasiones no sé si puedo llegar a ser demasiado osada o inconsciente al opinar, pues desconozco los elementos que definen la cultura islámica.
Lo único que sé es que una medida de este tipo en España significaría la protesta de cientos de personas, encabezado por mujeres y el levantamiento de los grupos feministas de nuestro país.
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  José Ortega Spottorno, el que fue fundador del diario El País y Alianza Editorial, comentó en un artículo publicado en su diario, al hilo de la independencia de la mujer, que «el poder trabajar e independizarse económicamente del marido permite y favorece las separaciones y el tantear varios ensayos de su vida sentimental. Eso lleva consigo dos graves inconvenientes: la desaparición de la vida de familia y la mayor soledad de los hijos pequeños»

 Pienso en mis abuelas y por asociación de ideas relaciono su vida con el sacrificio, la dedicación a la familia, el trabajo y la satisfacción personal, aunque son sólo dos ejemplos. Pienso también en los matrimonios jóvenes actuales y por asociación de ideas los relaciono igualmente con formación, sacrificio, dedicación al trabajo, en un segundo plano a la familia y la separación y divorcio que, cada vez se da con más regularidad de lo que muchos quisiéramos.
 No creo que uno deba “pillarse los dedos” con la falta de independencia laboral para invertir el tiempo necesario a la familia, tanto en el caso del hombre como en el de la mujer. Sin embargo considero que muy a menudo, la educación de los hijos se delega por falta de tiempo. La chica que ayuda en casa, los profesores del colegio, la niñera o los abuelos suplen de alguna manera la figura materna o  la paterna.

 En el número treinta y cuatro, de la sura tercera de El Corán, dedicado a las mujeres, se puede leer lo siguiente “los hombres tiene autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden. ¡Amonestad a aquellas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso y grande”.
 Entiendo mejor mi cultura porque es en la que llevo inmersa los 24 años de mi vida y que no entienda determinadas cuestiones de otras culturas no implica que carezcan de respeto o de sentido. No obstante, no lo comparto, es más, no creo que sea positivo ofrecer alternativas que dejan a la mujer al mismo nivel que un animalito de compañía. Te dan 3000 dólares por adquirir algo de lo que tienes que responsabilizarte y cuidar. No se debería poder poner precio a un ser humano. Creo que la capacidad de amar y la inteligencia con la que hemos sido dotados son elementos que deberíamos utilizar en aras del desarrollo personal y facilitar el desarrollo de los que tenemos al lado.

Una respuesta to “Ponerle precio a una mujer es posible”

  1. arita2 said

    Creo que es una situación lamentable que en pleno siglo XXI un ser humano tenga un precio, en este caso una mujer. Que un gorbierno ofrezca dinero a unos hombres para que accedan a casarse con unas «pobres desgraciadas», haciendo una labor humanitaria, me deja sin palabras.

    Pero lo que me parece aún más lamentable es no ver en las calles a las «feministas de pacotilla» de nuestro país. Esas que en seguida están en las calles con pacartas en la que se puede leer «NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS». Cualquier mujer debería sentirse indignada por una situación como esta y aquellas que se autoproclaman defensoras de las mujeres más, pero no sólo defender derechos absurdos como el aborto, sino defender el valor fundamental de la libertad de la mujer.

    La mujer es igual de capaz en cualquier parte del mundo, y todos deberíamos luchar para que esto fuera posible.

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